Las opciones van desde soluciones inalámbricas integradas hasta conexiones por cable que garantizan mayor estabilidad.

La forma más popular y sencilla de duplicar la pantalla de un dispositivo Android de manera inalámbrica es a través de la tecnología Chromecast, desarrollada por Google.

Muchos televisores inteligentes modernos, especialmente aquellos con el sistema operativo Google TV, ya la traen integrada. El proceso requiere que tanto el celular como el televisor estén conectados a la misma red Wi-Fi; luego, desde los ajustes del móvil, se selecciona la opción ‘Enviar pantalla’ y se elige el televisor disponible. Para aquellos que buscan una conexión más estable, libre de posibles interferencias de la red Wi-Fi, la mejor alternativa es utilizar un cable.

En este caso, se necesita un adaptador de USB-C a HDMI compatible con el modelo del teléfono.

Esta opción es ideal para presentaciones o para ver videos largos, ya que garantiza una transmisión de alta calidad sin interrupciones.

Si el televisor no cuenta con funciones de proyección inalámbrica integradas, existen aplicaciones de terceros disponibles en la Play Store, como Screen Mirroring, AirDroid Cast o ApowerMirror. Estas herramientas permiten proyectar el contenido del teléfono a través de la red Wi-Fi local, a menudo utilizando un código QR para simplificar la conexión, y son compatibles con la mayoría de los modelos de Smart TV.