A diferencia de modelos anteriores que se limitaban a cámaras y altavoces, las Ray-Ban Display permiten a los usuarios leer mensajes, seguir indicaciones de mapas, realizar videollamadas y obtener traducciones en tiempo real directamente en su campo de visión. La innovación clave reside en el método de control: una pulsera neural que utiliza electromiografía para detectar los impulsos eléctricos de los músculos de la mano, permitiendo gestos sutiles para interactuar con la interfaz. Sin embargo, la presentación en vivo no estuvo exenta de problemas; un fallo técnico impidió a Zuckerberg demostrar una videollamada, lo que generó dudas sobre la madurez de la tecnología.

A pesar de esto, Meta también amplió su portafolio con las Ray-Ban Meta Gen 2 (379 dólares), una actualización del modelo básico con mejor cámara y batería, y las Oakley Meta Vanguard (499 dólares), enfocadas en deportistas. Con una inversión de más de 70 mil millones de dólares en su división de realidad virtual y aumentada, Meta busca liderar la transición hacia una nueva era de interacción digital, aunque el camino aún presente desafíos técnicos y de adopción masiva.