Esto permite que incluso usuarios sin experiencia obtengan resultados profesionales.

Además, funciones como el modo retrato, la reducción de ruido en condiciones de poca luz y la estabilización de imagen son posibles gracias al aprendizaje automático. Los asistentes de voz, como Google Assistant y Bixby, también han evolucionado significativamente.

Gracias al procesamiento del lenguaje natural (NLP), ahora comprenden el contexto de las conversaciones, anticipan necesidades y ejecutan comandos complejos de manera más fluida. La IA generativa está llevando esto un paso más allá, permitiendo que asistentes como Bixby en los televisores Samsung mantengan diálogos naturales y respondan preguntas de seguimiento sin necesidad de repetir el contexto. A nivel de sistema, la IA juega un papel crucial en la optimización de recursos. Analiza los patrones de uso para gestionar de forma eficiente la batería, la memoria y la CPU, priorizando las aplicaciones más utilizadas y limitando el consumo de las que están en segundo plano. Esto no solo mejora la autonomía del dispositivo, sino que también acelera la apertura de aplicaciones al precargarlas en la memoria. Incluso la seguridad se ha beneficiado, con sistemas de reconocimiento facial más precisos y la capacidad de detectar comportamientos anómalos que puedan indicar una amenaza.