Sin embargo, este crecimiento coexiste con importantes retos.

En Colombia, la Agencia Nacional del Espectro (ANE) advierte sobre un déficit de espectro, proyectando la necesidad de 270 MHz adicionales en los próximos tres años, lo que ha llevado a proponer una flexibilización de los topes regulatorios. A pesar de esto, el país ya cuenta con 1.600 estaciones base 5G operativas, con una proyección de alcanzar entre el 60% y 80% de cobertura en aproximadamente tres años, gracias al despliegue de operadores como Claro y la alianza Movistar-Tigo. Por otro lado, Venezuela ha dado un paso adelante al adjudicar bloques de espectro para 4G y 5G a las operadoras estatales CANTV y Movilnet, con el objetivo de modernizar su ecosistema de telecomunicaciones. A nivel de infraestructura, aunque la región cuenta con más de 250.000 torres tradicionales, se proyecta que el mayor dinamismo provendrá de celdas pequeñas y sistemas de antena distribuida (DAS), esenciales para las bandas de mayor frecuencia de 5G.