Además, Android emplea técnicas como la RAM virtual, que utiliza parte del almacenamiento interno para ampliar la memoria, aunque a una velocidad inferior a la RAM física.

Por el contrario, Apple, con su control vertical sobre hardware y software, optimiza iOS para que funcione de manera eficiente con menos memoria. El sistema operativo utiliza un gestor de procesos llamado Jetsam, que congela o cierra aplicaciones en segundo plano de manera inteligente para mantener la fluidez del sistema. Esto permite que los 8 GB de RAM del iPhone 16 sean suficientes para la mayoría de las tareas, incluyendo las funciones de Apple Intelligence. Para los usuarios, la elección depende de su perfil: un usuario promedio de Android puede estar satisfecho con 8 GB, mientras que los gamers o creadores de contenido se benefician de 16 GB o más. En contraste, los usuarios de iPhone obtienen una experiencia fluida con 8 GB gracias a la eficiencia de iOS.