Estas nuevas capacidades exigen hardware y software más modernos, que los dispositivos antiguos ya no pueden soportar. Los equipos que no cumplan con los requisitos mínimos dejarán de recibir soporte técnico, actualizaciones de seguridad y acceso a las herramientas más recientes, lo que eventualmente impedirá su funcionamiento. La lista de dispositivos afectados incluye varios modelos de iPhone que no soportan versiones recientes de iOS, como el iPhone 6s y el SE de primera generación, así como una amplia gama de teléfonos Android de marcas como Motorola, LG, Huawei y Sony, entre otros, que superan la década desde su lanzamiento o cuyo sistema operativo no ha sido actualizado en años. Según Meta, mantener el servicio en estos celulares no solo dificulta la implementación de nuevas características, sino que también representa un riesgo significativo para la privacidad y seguridad de los usuarios. Por ello, la empresa insiste en la necesidad de migrar a dispositivos más actuales para garantizar una experiencia estable y segura. Esta política de actualización periódica busca reducir la brecha tecnológica y concentrar los recursos en una base de usuarios con equipos modernos.