Esto permite que los efectos se apliquen instantáneamente sin latencia.

La tecnología, que impulsa más de 20 efectos en Shorts desde 2023, se basa en una base de datos de rostros diversa para garantizar la inclusividad. Sin embargo, esta capacidad de modificación de video ha llevado a YouTube a experimentar con la “mejora” automática de videos en Shorts, aplicando técnicas de machine learning para reducir ruido, corregir desenfoques y ajustar la nitidez sin el permiso de los creadores.

Esta práctica ha generado desconfianza, ya que altera la autenticidad del contenido original.

Rene Ritchie, de YouTube, explicó que no se trata de IA generativa, sino de optimizaciones similares a las que realizan los smartphones. No obstante, expertos como Samuel Woolley de la Universidad de Pittsburgh señalan que manipular contenido sin consentimiento erosiona la confianza en las plataformas digitales, independientemente de la terminología técnica utilizada.