Negociaciones en Moscú: La apuesta de EE. UU. por la paz en Ucrania choca con la retórica bélica de Putin y el escepticismo europeo



En medio de intensas gestiones diplomáticas para finalizar el conflicto en Ucrania, el enviado especial de la administración Trump, Steve Witkoff, sostuvo una reunión de cinco horas con el presidente Vladimir Putin en Moscú el martes 2 de diciembre. El objetivo del encuentro fue discutir una propuesta de paz estadounidense, la cual se concretó después de que Washington mantuviera conversaciones con negociadores ucranianos en Florida y expresara confianza en el plan. Previo al encuentro, el mandatario ruso mostró una postura desafiante, advirtiendo que Rusia está “lista” para una guerra con Europa y acusando a las naciones europeas de impedir los esfuerzos de Estados Unidos para poner fin al conflicto. Putin rechazó las propuestas europeas que formaban parte del plan de paz y reiteró que, aunque está dispuesto a negociar, el ejército ruso avanzará y tomará más territorio si Ucrania no acepta un acuerdo.
La iniciativa estadounidense se desarrolla en un contexto de escepticismo en Europa y preocupación en Ucrania. El presidente francés, Emmanuel Macron, tras reunirse con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró que solo Ucrania puede decidir sobre sus territorios en cualquier negociación y señaló que Rusia no ha dado señales de querer detener su agresión. En Ucrania, existe el temor de que Rusia imponga nuevas exigencias maximalistas.
A pesar de esto, países como Suecia e Irlanda han reforzado su apoyo a Kiev con nuevos paquetes de ayuda. Las conversaciones de paz también estuvieron precedidas por tensiones en el campo de batalla. Rusia afirmó haber capturado la estratégica ciudad de Pokrovsk, en el oriente de Ucrania, pero el gobierno de Zelenski negó esta información, calificándola como una campaña de desinformación de Moscú para influir en las negociaciones.











