Netflix reconfigura el entretenimiento: La histórica adquisición de Warner Bros. y HBO



La transacción, valorada en 82.700 millones de dólares, incluye los estudios de cine y televisión de Warner Bros., así como las plataformas HBO y HBO Max. El acuerdo fue aprobado por unanimidad por los consejos de administración de ambas compañías y se espera que se cierre en un plazo de 12 a 18 meses, tras la separación de Discovery Global de WBD, prevista para el tercer trimestre de 2026. La finalización también está sujeta a la aprobación de los accionistas de WBD y de los entes reguladores.
Con esta adquisición, Netflix integrará a su oferta un vasto y prestigioso catálogo que incluye franquicias icónicas como Harry Potter, el Universo DC, Game of Thrones y El Señor de los Anillos, junto a clásicos del cine como Ciudadano Kane y series aclamadas como The Sopranos y Friends. Estos activos se sumarán a los éxitos propios de Netflix, como Stranger Things y Bridgerton.
Ejecutivos de ambas empresas, como Ted Sarandos y David Zaslav, destacaron que la unión permitirá ampliar audiencias y definir “el próximo siglo de la narrativa”. El movimiento se produjo después de que Netflix superara las ofertas de otros competidores como Paramount y Comcast. Sin embargo, la operación ha generado una considerable preocupación en la industria y entre los reguladores por la alta concentración de poder que alcanzaría Netflix en el mercado del entretenimiento. Para mitigar los riesgos regulatorios, la compañía ofreció una comisión de ruptura de 5.000 millones de dólares en caso de que el acuerdo no sea aprobado. De cara al futuro, Netflix planea mantener las operaciones actuales de Warner Bros., incluyendo los estrenos en cines, y espera lograr ahorros de costos de entre 2.000 y 3.000 millones de dólares anuales. Para los consumidores, se plantean interrogantes sobre el futuro de HBO Max, que podría ser absorbido por completo o coexistir como un paquete a menor precio.
Esta fusión histórica posiciona a un único gigante para controlar una porción dominante del contenido global, redefiniendo las reglas de la producción y distribución audiovisual.










