Este acontecimiento humanitario marca un paso significativo en las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela.

La liberación se concretó el viernes 24 de octubre en el municipio fronterizo de Pedro María Ureña, estado Táchira, y fue supervisada por una delegación de alto nivel que incluyó a la canciller colombiana, Rosa Yolanda Villavicencio, y al embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo.

Los connacionales fueron recibidos en el puente internacional Atanasio Girardot, donde se vivieron emotivos reencuentros con sus familiares.

Según la Cancillería colombiana, este es un “primer grupo” de liberados, y se espera que más ciudadanos recuperen su libertad en los próximos días. Muchos de los detenidos, que sumaban cerca de 40, habían sido acusados de delitos como espionaje y conspiración, o de ser mercenarios, sin contar con un debido proceso judicial. El abogado Iván Colmenares, uno de los liberados, narró la angustia e incertidumbre vivida durante su detención, destacando que fueron “cercenados de toda comunicación con el mundo exterior”. El gobierno colombiano afirmó que la protección de sus ciudadanos en el exterior es una prioridad y que continuará el diálogo con las autoridades venezolanas para lograr la liberación de los 22 connacionales que aún permanecen en prisiones venezolanas, evaluando incluso repatriaciones bajo el tratado bilateral de 1994.