El evento, que congregó a más de 55.000 fieles, ha sido un hito de gran significado espiritual y cultural para el país sudamericano, aunque también se ha visto permeado por el contexto político actual. La canonización, realizada el domingo 19 de octubre de 2025, fue recibida con gran emoción tanto en el Vaticano como en Venezuela, donde miles de personas siguieron la transmisión en vivo. José Gregorio Hernández (1864-1919), conocido como el “médico de los pobres”, es una figura de inmensa devoción popular en Venezuela y Colombia por su dedicación a atender gratuitamente a los más necesitados. Su camino a la santidad se consolidó tras la aprobación de un milagro relacionado con la curación de una niña. Por su parte, la madre Carmen Rendiles (1903-1977), quien nació sin un brazo, fundó la congregación de las Siervas de Jesús y dedicó su vida a obras sociales y educativas.
El evento religioso no estuvo exento de connotaciones políticas. En los días previos, familiares de presos políticos y activistas de derechos humanos se manifestaron en Roma bajo el lema “una canonización sin presos políticos”, exigiendo la liberación de cientos de detenidos. La Conferencia Episcopal Venezolana y la líder opositora María Corina Machado también instaron al gobierno de Nicolás Maduro a dictar medidas de gracia. El presidente Gustavo Petro de Colombia envió un saludo al pueblo venezolano, destacando la unión en la fe. El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, en la misa de acción de gracias, exhortó a Venezuela a “abrir las prisiones injustas” y “dejar libres a los oprimidos”.













