En respuesta, Nicolás Maduro ha denunciado una “guerra psicológica” y una “grosera amenaza militar”. En una inusual intervención en inglés, hizo un llamado a la paz, “¡No crazy war, please!”, pero advirtió que ordenaría una “insurrección armada nacional” si Washington intentara una intervención militar.

Además, el gobierno venezolano ha activado el plan de defensa “Independencia 200”, ha anunciado nuevos ejercicios militares y ha exhibido su arsenal, incluyendo misiles rusos.

La situación se complica con la revelación de que Trump autorizó operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela, lo que ha sido condenado por expertos de la ONU como una violación del derecho internacional y la soberanía venezolana.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, también ha criticado duramente los ataques estadounidenses, calificándolos de “ejecuciones extrajudiciales”.