José Gregorio Hernández (1864-1919), conocido como el “médico de los pobres”, es una de las figuras de devoción popular más arraigadas en Venezuela y Colombia por su servicio desinteresado a los más necesitados. Por su parte, la madre Carmen Rendiles (1903-1977) fundó la congregación de las Siervas de Jesús, superando una discapacidad física de nacimiento. La canonización, un proceso impulsado por el papa Francisco y continuado por su sucesor, ha sido un momento de unidad y fe para millones de venezolanos.

Sin embargo, el contexto político del país impregnó la celebración.

En vísperas de la ceremonia, familiares de presos políticos y activistas se manifestaron en Roma bajo la consigna “una canonización sin presos políticos”. La Conferencia Episcopal Venezolana y el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, aprovecharon la ocasión para instar a las autoridades venezolanas a “abrir las prisiones injustas” y liberar a los detenidos por motivos políticos. El presidente colombiano, Gustavo Petro, también envió un saludo al pueblo venezolano, destacando la unión en la fe y la espiritualidad.