La decisión alinea a Colombia con México, cuya presidenta, Claudia Sheinbaum, también anunció su ausencia por los mismos motivos. Petro argumentó su decisión a través de la red social X, afirmando que “el diálogo no comienza con exclusiones”. El mandatario colombiano, quien ostenta la presidencia pro tempore de la CELAC, fue más allá y vinculó su ausencia a la situación de tensión en el Caribe, criticando directamente a Estados Unidos por un reciente ataque a una lancha cerca de Venezuela, el cual calificó como una “agresión en el Caribe que se había constituido como zona de paz”. Según Petro, el futuro de la región debe centrarse en la cooperación y la independencia económica, sin tomar partido en las competencias comerciales de las grandes potencias. Por su parte, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum había manifestado previamente: “nunca estamos de acuerdo con que se excluya ningún país”. El gobierno de República Dominicana, anfitrión de la cumbre, justificó la no invitación a los tres países como un criterio “estrictamente multilateral” para “priorizar el éxito del encuentro” en medio de la “polarización política” del hemisferio. La ausencia de los mandatarios de dos de las economías más grandes de la región representa un desafío para la relevancia y el poder de convocatoria de la Cumbre de las Américas.