El ataque ocurrió mientras se desplazaban por la capital colombiana.

Yendri Velásquez, defensor de derechos humanos y activista LGBTIQ+, había solicitado refugio en Colombia tras ser secuestrado en Venezuela en agosto de 2024 debido a su labor.

Por su parte, Luis Peche, analista político, también se encontraba en Bogotá huyendo del hostigamiento del régimen.

La líder opositora y reciente ganadora del Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, condenó enérgicamente el atentado y exigió al gobierno del presidente Gustavo Petro una “investigación exhaustiva, transparente y urgente” para identificar a los responsables y garantizar la protección de los exiliados. Otros líderes opositores como Leopoldo López y Edmundo González se sumaron al llamado, sugiriendo que el ataque tiene “motivaciones políticas” y forma parte de un patrón de “represión que el régimen ejerce más allá de las fronteras de Venezuela”. El incidente ha sido catalogado por organizaciones de derechos humanos como una grave agresión que demuestra el desmontaje institucional y la desprotección que sufren los migrantes y disidentes venezolanos en Colombia.