El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlado por los demócratas, reveló una serie de correos electrónicos del fallecido financiero Jeffrey Epstein que mencionan directamente al expresidente Donald Trump. En los mensajes, que datan de 2011 y 2019, Epstein asegura que Trump tenía conocimiento de su red de explotación sexual, afirmando que “sabía acerca de las chicas” y que incluso le pidió a su socia, Ghislaine Maxwell, “que parara”. En un correo de 2011 dirigido a Maxwell, Epstein escribe: “Quiero que te des cuenta de que ese perro que no ha ladrado es Trump.
[VÍCTIMA] pasó horas en mi casa con él... él nunca ha sido mencionado”. Aunque el nombre de la víctima está redactado, se ha señalado que podría tratarse de Virginia Giuffre, quien antes de su muerte en 2025 declaró que Trump había sido “muy amable” con ella y nunca incurrió en actos de explotación. La Casa Blanca ha calificado la divulgación de estos correos como una “narrativa falsa” y una maniobra política de los demócratas para desviar la atención. La portavoz Karoline Leavitt afirmó que los correos fueron “selectivamente filtrados” y que el expresidente no tenía conocimiento de los delitos de Epstein.
La relación entre ambos se remonta a su tiempo en Palm Beach, Florida. La publicación de estos documentos reaviva la controversia sobre los vínculos de Trump con Epstein y aumenta la presión en el Congreso para que se liberen todos los archivos del caso, en un momento de alta tensión política en Estados Unidos.
En resumenLa revelación de correos electrónicos en los que Jeffrey Epstein implica a Donald Trump en el conocimiento de su red de abuso sexual ha desatado una nueva tormenta política en Estados Unidos. Aunque la Casa Blanca niega las acusaciones, los documentos ponen en duda la versión oficial del expresidente y aumentan la presión para una total transparencia sobre uno de los mayores escándalos de la élite estadounidense.