El acto, descrito como un “rally criollo”, combinó elementos de nacionalismo, religiosidad y espectáculo. Contó con la presencia de figuras políticas como el representante Miguel Polo Polo y Enrique Gómez, así como el respaldo explícito de militares retirados, entre ellos el excomandante del Ejército, general Eduardo Zapateiro. El evento también incluyó la participación de humoristas, celebridades como Faustino Asprilla y mensajes de apoyo de figuras internacionales de la derecha. En su discurso, De la Espriella se presentó como una alternativa a los partidos tradicionales y un férreo opositor al gobierno de Gustavo Petro.

“Este movimiento no le teme a nada ni a nadie.

Vamos a rescatar a Colombia del desgobierno y del odio”, afirmó, al tiempo que reiteró su llamado a una coalición amplia que excluya “a Petro y sus cómplices”.

Aunque ha calificado a Sergio Fajardo como “un tipo decente” y no descarta una consulta, su principal objetivo es aglutinar a los sectores de derecha. Fajardo, por su parte, ya rechazó cualquier alianza: “Con Abelardo de la Espriella no comparto nada”. De la Espriella financió el evento, que costó cerca de 300 millones de pesos, con recursos propios y las ventas de productos de su campaña.