Durante los últimos doce meses, cerca de 400.000 personas se sumaron al mercado laboral, principalmente en sectores como comercio, servicios y transporte.

Sin embargo, la calidad del empleo sigue siendo el principal desafío: solo el 37% de estos nuevos puestos cuentan con seguridad social, reflejando una tasa de informalidad que afecta al 56% de los trabajadores del país. Un economista laboral consultado señaló que “el problema no es solo tener empleo, sino que sea digno y sostenible”.

Ciudades como Medellín y Barranquilla reportaron cifras de desocupación por debajo del promedio nacional, con 6,9% y 9,6% respectivamente.

No obstante, el panorama nacional está marcado por una inversión débil.

Según ANIF, la inversión como porcentaje del PIB se mantiene en un preocupante 16%, un nivel insuficiente para un crecimiento sostenido.

José Ignacio López, presidente de ANIF, advirtió que si el “motor de la inversión continúa apagado”, el crecimiento económico podría caer a tasas del 2% o inferiores en los próximos años, ya que la actual recuperación, impulsada casi exclusivamente por el consumo de los hogares, no es sostenible a largo plazo.