Por otro lado, la tasa de informalidad a nivel nacional se mantuvo relativamente estable en 55%, aunque con variaciones regionales. A pesar del buen desempeño general, la informalidad sigue siendo un desafío estructural para la economía colombiana, con un aumento de 162.000 trabajadores en este sector, especialmente en actividades agropecuarias, alojamiento y servicios de comida.