La administración distrital defendió las medidas como necesarias para la seguridad, mientras los manifestantes denunciaron afectaciones a su derecho al trabajo y la libre locomoción. El detonante de las manifestaciones fue el Decreto 528 de 2025, que prohíbe la circulación con parrillero en toda la ciudad y restringe el tránsito de motocicletas en los principales corredores viales entre las 8:00 p. m. y las 5:00 a. m., desde el 30 de octubre hasta el 3 de noviembre. Como respuesta, desde tempranas horas, los motociclistas realizaron bloqueos y planes tortuga en puntos neurálgicos como la Autopista Norte, la Autopista Sur y la Avenida de las Américas, afectando a más de un millón de usuarios del sistema TransMilenio, que vio suspendida su operación en varias troncales. La jornada estuvo marcada por la tensión, con quema de llantas, agresiones a un periodista de Noticias Caracol y a funcionarios públicos, lo que resultó en varias capturas.
A pesar del caos, el alcalde Carlos Fernando Galán se mantuvo firme, asegurando que las medidas no son un “capricho” y se mantendrán. "Bogotá necesita orden [...] Si los actores viales respetan las normas, será más fácil organizarnos", declaró, advirtiendo que "cuando se agote el diálogo, vamos a actuar con la Policía".
La Alcaldía justifica la decisión en las cifras de siniestralidad de años anteriores, donde el 80 % de las víctimas fatales durante esta festividad fueron motociclistas. Por su parte, los gremios de moteros califican la medida de “estigmatizante” y exigen diálogo en lugar de prohibiciones.












