Durante su protesta, López sostuvo un cartel con el mensaje "No nos pueden intentar callar", visibilizando una profunda fractura interna.

La dirigencia de La U, a través de un comunicado firmado por Clara Luz Roldán y el exregistrador Alexander Vega, negó la existencia de una escisión, afirmando: “No existe Nueva U... somos una sola fuerza política”. La suspensión de López, quien ha mostrado mayor cercanía al gobierno de Gustavo Petro que la línea oficial del partido, deja la presidencia de la Cámara en manos del primer vicepresidente, Juan Sebastián Gómez, del Nuevo Liberalismo. Este episodio no solo evidencia la lucha de poder dentro de La U y la autoridad de Toro, sino que también pone de relieve las tensiones políticas que atraviesan los partidos tradicionales en su relación con el actual gobierno.