Esta afirmación inmediatamente generó una ola de cuestionamientos.
La periodista y precandidata Vicky Dávila preguntó públicamente por qué, si estaban separados, Alcocer ha acompañado a Petro en comitivas oficiales a eventos como los Juegos Olímpicos, visitas a Dubái o encuentros con el Papa, sugiriendo que los colombianos habrían pagado viajes y viáticos a una "amiga" y no a la primera dama. El concejal Daniel Briceño reforzó las dudas al publicar una declaración de conflictos de interés de noviembre de 2024 en la que Petro declara a Alcocer como su cónyuge, afirmando: “Es falso que se hayan separado hace años”. La controversia pone el foco en la figura de la primera dama en Colombia, que no es un cargo público regulado por ley, sino un rol tradicionalmente protocolario y social. Sin embargo, el uso de recursos públicos para financiar su séquito, que según investigaciones periodísticas ha costado más de mil millones de pesos, ahora es objeto de un escrutinio aún mayor. Observadores también han notado que el presidente no usa su anillo matrimonial desde mediados de 2024, un detalle que ahora cobra mayor relevancia.












