El incidente se enmarca en un amplio despliegue naval de EE.UU. en el Caribe para combatir el narcotráfico, calificado como "desproporcionado" por países como Colombia. El presidente Gustavo Petro afirmó que no permitirá que el territorio colombiano sea usado para una eventual invasión a Venezuela.

Por su parte, Nicolás Maduro advirtió que su país contestará militarmente si es atacado y arremetió contra la gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, quien apoya la presencia militar estadounidense y acusa a Maduro de enviar droga a la isla.