La tensión entre Estados Unidos y Venezuela ha escalado drásticamente tras la destrucción de una lancha en el Caribe por parte de militares norteamericanos, un operativo que resultó en la muerte de 11 personas. El gobierno de Donald Trump ha defendido la acción como una medida de autodefensa contra el narcotráfico, mientras nuevas revelaciones del New York Times sugieren que la embarcación habría cambiado su rumbo antes de ser atacada. El gobierno estadounidense afirmó que la lancha transportaba drogas, había partido de Venezuela y que sus tripulantes pertenecían a la banda criminal transnacional 'Tren de Aragua'. Trump y su secretario de Estado, Marco Rubio, justificaron el ataque como una cuestión de defensa propia ante la amenaza de las drogas. Sin embargo, fuentes militares citadas por el diario neoyorquino indican que la embarcación dio la vuelta al percatarse de que un avión militar la seguía, contradiciendo la narrativa de una amenaza inminente.
El incidente se enmarca en un amplio despliegue naval de EE.UU. en el Caribe para combatir el narcotráfico, calificado como "desproporcionado" por países como Colombia. El presidente Gustavo Petro afirmó que no permitirá que el territorio colombiano sea usado para una eventual invasión a Venezuela.
Por su parte, Nicolás Maduro advirtió que su país contestará militarmente si es atacado y arremetió contra la gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, quien apoya la presencia militar estadounidense y acusa a Maduro de enviar droga a la isla.
En resumenLa destrucción de una lancha por parte de EE.UU. en el Caribe ha intensificado el conflicto con Venezuela. Mientras Washington alega una operación antinarcóticos, informes periodísticos y las duras reacciones de Maduro y líderes regionales como Petro han elevado la confrontación a un peligroso nivel de tensión militar y diplomática.